Flexibilidad y Movilidad en el aula
- Carol Neumann
- Feb 16, 2017
- 3 min read
Esta semana tuve la oportunidad de visitar Steelcase en NYC. Este equipo de diseñadores y arquitectos crean muebles, paredes y ambientes que cumplan un determinado objetivo. En una sala de clases el objetivo es apreder y la manera en cómo se ordena y orientan los elementos de la misma sí importa. Les dejo unos párrafos de un artículo que escribí, junto con citas a expertos chilenos en el área. Lo que es seguro es que aún nos falta mucho por hacer.
Niños sentados en hileras y mirando hacia la pizarra. Este panorama, que se conoce como educación frontal, es el que encontramos en la mayoría de las aulas chilenas. Son pocos los establecimientos o profesores que se atreven a hacer un cambio en la sala, por miedo a que los estudiantes se desordenen o se pierda el control de la clase. Tal como señala el informe "Aprendizaje en las escuelas del siglo XXI" del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, la orientación de los escritorios o incluso los elementos de alta visibilidad de la sala, como carteles o afiches, pueden afectar positiva o negativamente en el logro de los aprendizajes. "La proporción de la sala de clases es la que, en cierta medida, condiciona la distribución del mobiliario. Hoy se diseñan salas que permiten cambiar esa distribución según la actividad que se quiera realizar. Por eso se necesita una flexibilidad espacial mayor", considera el académico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Diego Portales (UDP), Pablo Vergara, que se ha dedicado a construir colegios.
Su compañero de trabajo, también de la UDP, Renzo Alvano, concuerda con que la clave está en la movilidad. "Mantener la atención de un alumno durante períodos continuos en una única posición es algo complejo. El mobiliario debería permitir flexibilidad en la agrupación y movilidad respecto del foco de quien dicta la clase", afirma Alvano, que se ha especializado en arquitectura educacional e interiorismo.
Cynthia Adlerstein, académica de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, lleva investigando y creando desarrollo tecnológico sobre este tema por más de dos años. Para la directora del proyecto Fondef "Sistema de modelamiento del ambiente físico de aprendizaje para el mejoramiento de la calidad de la educación parvularia", los muebles de la sala deben convertirse en el soporte de las prácticas pedagógicas para así diversificar las experiencias de aprendizaje del alumno y expandir las estrategias de enseñanza. "Lo que importa realmente es que el mobiliario modele un ambiente físico cuyo centro sean las interacciones entre niños, adultos y recursos materiales", considera.
En el mismo proyecto trabaja la diseñadora Patricia Manns, quien está convencida de que el ambiente físico bien pensado puede favorecer las prácticas pedagógicas. "No creo que exista una única o mejor manera de orientar el mobiliario. Todo espacio educativo está habitado por adultos y niños, por lo que cualquier visión del aula que contemple solo a uno de los agentes sería desfavorable. Nuestras salas de clases suelen modelarse con un enfoque adultocéntrico, ubicando al profesor al frente y a los alumnos en una posición de espectador pasivo, lo que no favorece el trabajo colaborativo. Lo importante es que se modele en función de las actividades y no al revés", apunta.
Alvano recomienda a los profesores "que rompan esa inercia de estar parados al frente y que en cambio deambulen por la sala de clases". Para él "sería ideal" que las salas tuvieran pizarrones en diversas superficie: "Adelante, a los lados e incluso atrás", dice Alvano. "La sala debe redistribuir el poder a los estudiantes, a la comunidad y a los profesores. Los muebles y ambientes deben ser personalizables, donde los niños puedan dejar su huella y construir sentidos ahí. Cuando la sala genera espacios que son apropiables, que son fáciles de usar y universalmente accesibles, los niños aprenden más y mejor, eso está comprobado", explica Adlerstein.
Para eso aconseja tener muebles que puedan rayarse, con con superficie de pizarra, por ejemplo, y mobiliario que exhiba el trabajo de los alumnos, que permita organizar los materiales para el aprendizaje y los ponga a su alcance.

exhiba el trabajo de los alumnos, que permita organizar los materiales para el aprendizaje y los ponga a su alcance.
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